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Hoy os mostramos La Pernía, un municipio al norte de Palencia, en el Parque Natural de la Montaña Palentina, entre Cervera de Pisuerga y Cantabria. Está formado por 12 localidades, siendo San Salvador de Cantamuda, su capital. Adentrarse en este espacio, es descubrir un territorio de montaña lleno de naturaleza vibrante. Un lugar donde sentir paz, calma y sosiego. Entornos rurales donde revivir su historia desde épocas prehistóricas y medievales. Tocar muros que guardan un arte románico impresionante. Y, por supuesto, apreciar tradiciones ganaderas que se remontan a siglos de sabiduría y de leyendas. Todo ello en perfecta armonía y equilibrio. Perderse por sus sendas y por sus valles es descubrir una naturaleza virgen, con bosques de robles centenarios, hayedos, acebos.., con ríos y riachuelos de frescas y cristalinas aguas.., con una fauna y flora conviviendo a su propio ritmo estacional.., y todo ello, sin apenas notar la masificación humana, que siempre erosiona y destruye cualquier equilibrio natural. A poco que subes a las cimas desde sus valles, las vistas son de 360 grados, simplemente, no tienen fin. Y si además añades los aromas y los colores que vas absorbiendo, tus cinco sentidos se van saturando plácidamente. Es una experiencia muy personal, porque ada uno percibirá estos paisajes rurales y de montaña de manera muy diferente. Muchos de sus pueblos ya están, o estarán pronto, encuadrados en la “España vaciada”. Un término que no nos gusta emplear, porque son pueblos “llenos” de historia, de cultura, de arte y de tradiciones. Y también de personas. Sólo necesitan “más” población, relevos generacionales que respeten el legado, que lo conserven y que hagan de ello, su espacio vital o su forma de vida. Por favor, respetemos el «paisaje ganadero» y el «medio natural», sin dejar huella.